(Interpretaciones)

A las 22:40 del 15 de noviembre nació Amadeo de 41 semanas...


La brisa esquiva la madera roída y coloreada de las canoas. En la orilla, el agua trae y deja apenas un poquito de espuma, y los pájaros, con aliento de anochecidos, vuelan raso por la verdeondulada pradera de la Bajada.
En las casas, pequeñas luces tintineantes parecen por poco mantenerse en vilo. La risa lejos, los caballos que pasan taconeros, y allá abajo, los peces con la panza llena de sol del ocaso. 

Mira desde adentro Amadeo, como percibiendo los ánimos aplacados del amor fraterno, y resuelve que hoy; su madre acompaña sus buenas intenciones de mundo y le asiente tan dulcemente. Un padre-fulgor de cabellos de alas permanece, como siempre, con la palabra pausada y pulsada, dibujando a su paso la huella por donde caminará el primigenio.

Las manos de Amadeo van abiertas como mariposas palpando el encuentro. Se aferra el vientre a su cuerpo, se aferra pero suelta cadavezunpoquitomás... en la floresta vegetal y carnal donde se crece de gajo.

Un estado de obnubilación apodera la tierra y la conciencia es un perro que corre tras las sortijas del viento. Es torbellino la bienvenida, es somnolencia vívida. Es la maravilla un nuevo sentido.  

...

Con brillo pulsátil, diminutas y diáfanas sonoridades comienzan a poblar sus sentidos; y ya está aquí. Ellos pueden acariciar lo que tanto esperaban. Él apenas traga y despereza, como la vida.

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